Sant Pol, juliol14
Ninguna nube inútil,
Ni la fuga de un pájaro,
Estremece tu ardiente
Resplandor azulado.
Así sobre la tierra
Cantas y ríes, cielo,
Como un impetuoso
Y sagrado aleteo.
Desbordando en el aire
Tantas luces altivas
Aclaras felizmente
Nuestra nada divina.
Y el acorde total
Da al universo calma.
Árboles a la orilla
Soñolienta del agua...
Sobre la tierra estoy;
Déjame estar. Sonrío
A todo el orbe, extraño
No le soy porque vivo.
Luis CERNUDA (1902-1963), Primeras poesías
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