NO SALIERON JAMÁS
No salieron jamás / del vergel del abrazo, / y ante el rojo rosal / de los besos rodaron.
Huracanes quisieron / con rencor separarlos./ Y las hachas tajantes. / Y los rígidos rayos.
Aumentaron la tierra / de las pálidas manos. / Precipicios midieron / por el viento impulsados /
entre bocas deshechas. / Recorrieron naufragios / cada vez más profundos, / en sus cuerpos, en sus brazos.
Perseguidos, hundidos / por un gran desamparo / de recuerdos y lunas, / de noviembres y marzos, /
aventados se vieron: / pero siempre abrazados.
Miguel Hernández,
Cancionero y romancero de ausencias, 1936-39